domingo, 24 de octubre de 2010

Cueste lo que cueste ...


Era todo lo que siempre había soñado ...
Una familia feliz, unos amigos que me quieren, gente maravillosa a mi alrededor que se muestra tal y como es. Una vida sin complicaciones, sin problemas, sin nada de lo que preocuparse. La familia unida, siempre unida. Tardes de Domingo comiendo juntos, recordando momentos que siempre quedaran en nuestras memorias. Momentos mágicos llenos de alegría y felicidad. Momentos, muchos momentos únicos, que no se repetirán pero que se intentaran superar. ¿Que decir de los amigos? esas personas que siempre están ahí cuando más los necesitas, cuando parece que el mundo se te viene abajo, ahí están ellos, para sacarte una sonrisa y que no te vengas abajo. Para hacerte sentir bien y no dejarte llorar. A parte de todas esas personas, esta él, el único que te comprende, el que siempre te defiende, el que lo da todo por ti. Al que no le importa que dirán los demás porque sabe que junto a ti lo tiene todo. Y ese todo lo es él.

Y después es cuando se te posa una mosca en la nariz y te despiertas, te das cuenta de que todo es un puto sueño ... Vez que nada es como tu quieres que sea. Ahora es cuando te toca enfrentarte a la realidad. Luchar por todo eso y hacer que se haga realidad. Cueste lo que cueste.

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